Conócenos

.

I. EL DIACONADO PERMANENTE [1]

Uno de los servicios más antiguos de nuestra Iglesia, es el sacerdocio, que ha ido unido al servicio del culto y de la caridad, pero ante la necesidad de las primeras comunidades cristianas en crecimiento, fue necesario poder instituir a los primeros diáconos, servidores de la caridad (Hch 6,3). Este ministerio de la caridad fue bien visto desde los primeros siglos como parte integrante del anuncio del Reino.

“El diaconado tiene su origen en la consagración y en la misión de Cristo, de las cuales el diácono está llamado a participar de Él. Mediante la imposición de las manos y la oración consecratoria es constituido ministro sagrado, miembro de la jerarquía. Esta condición determina su estatuto teológico y jurídico en la Iglesia” (DMVDP n. 1). Por su estatuto teológico es ministro sagrado de la misericordia, aunque no en orden al sacerdocio, sino al ministerio; por su estatuto jurídico es miembro de la jerarquía.

“Al diaconado permanente pueden ser admitidos, ante todo, hombres célibes o viudos, pero también hombres que viven en el sacramento del matrimonio” (DMVDP n. 59). Es un hecho que en México la mayoría de los diáconos que han sido ordenados son casados. Esta es la primera opción, los otros casos son excepción. Por tanto, si se trata de célibes, en México no pensamos en jóvenes, sino en adultos (c. 236, 2.o). Por esta razón en las Normas Básicas no nos planteamos la posibilidad de establecer residencias para su formación. (cfr. NB n. 50; c. 236, 1.o). En nuestro país son diversas las diócesis que han tomado la iniciativa en tener a diáconos permanentes, aunque no son todas las diócesis. Ahora, queremos realizarlo en nuestra amada Arquidiocesis, no como mero instrumento de “capricho” o de “loca idea” sino como un elemento de crecimiento en el proceso evangelizador de la Pastoral.
______________________________

[1] Se toman como base de esta propuesta las “Normas básicas para la Formación de los candidatos al Diaconado Permanente en México” (CEM 2014). Y el “Directorio para el ministerio y la vida de los diáconos permanentes en México (CEM 2014).

PLAN DE TRABAJO

Hoy las actividades tienen un objetivo y sus metas correspondientes, de manera tal que podamos conseguir lo necesario para instituir a los diáconos permanentes en un proceso gradual.


OBJETIVO: Profundizar en el conocimiento de Cristo SERVIDOR como candidado y Diacono Permanente, que nos invita a entregarnos a Él, desde la asistencia en la mesa de la fracción del pan y de la palabra, y la opción por la caridad a los hermanos, con un proceso de formación permanente para servir con calidad.


MISION: Impulsar el Diaconado permanente como caracteristica propia del laicado. Servir en la liturgia y la caridad y trabajar en comunión desde la parroquia, con los hermanos laicos, presbiteros y el Obispo.


VISION: Dar vida de comunión entre los fieles laicos con el rostro de Cristo Servidor en la Arquidiócesis, desde Diaconos Permanentes y candidatos al Diaconado.

PROPUESTAS

  1. Catequesis de sensibilización
  2. Talleres
  3. Asambleas Diocesanas y provinciales
  4. Retiros
  5. Misiones en Parroquia
  6. Consejo Presbiteral

Estrategia

  1. Catequesis por medio de Odres nuevos o trípticos para los sacerdotes y los laicos.
  2. Catequesis como capsulas en las parroquias.
  3. Videos en Youtube y las redes sociales.
  4. Talleres Parroquiales y Decanato.
  5. Asambleas en la Arquidiócesis con la Diócesis de San Cristobal.
  6. Retiros, personales, matrimoniales y familiares.
  7. Reuniones y ejercicios con diáconos transitorios ya sea generacional o por decanato y Vicaria.
  8. Reuniones de pastoral con presbíteros en el decanato o Vicaría incluso los retiros.
  9. Misiones en las Diócesis en parroquias de los diáconos como en lugares que no se conozca en diaconado permanente.
  10. Hacer presencia en el consejo presbiteral.